PRODUCCIÓN

En Mas Auró, recogemos las olivas cuando empiezan a cambiar de color, a mediados de noviembre. Durante las dos semanas que dura la cosecha, las olivas siguen madurando en el árbol, hasta que las últimas olivas que se recogen ya suelen tener el color púrpura típico de las olivas al punto de maduro.

La cosecha en Mas Auró es un afer familiar, y aunque necesitamos más manos de las que tenemos, todos participan, hasta los más chiquitines.

Solo se recogen las olivas en el árbol. Las que encontramos en el suelo, allí se quedan para los pájaros y ardillas. Guardamos las olivas en cajas aireadas, para que no empiecen a fermentar, y las llevamos al molino antes de que pasen 48 horas. Ésto representa unos 7 a 10 viajes por temporada.

Cuando llegamos al molino, se depositan las olivas en un gran contenedor, donde las pesan. Después les quitan las hojas, y se lavan las olivas. Una vez las olivas están limpias, las pasan por el molino que las rompe, hasta

convertirlas en un pasta. Del molino, pasan a una batidora que va batiendo la pasta para que el aceite se vaya separando de los sólidos. A los 20 minutos, la pasta pasa a una decantadora que quita los sólidos, dejando solamente el aceite y agua natural de las olivas. Éste jarabe pasa a una centrifugadora, donde finalmente queda separado el aceite del agua.

Habrá pasado 1 hora desde que ha empezado el proceso, hasta que empieza a salir por un tubo el aceite, de color verde florescente que dura unos dias, antes de volverse más dorado. Es siempre con gran anticipación y emoción que recibimos esas primeras gotas de aceite. Después de una temporada larga de cuidados a los árboles, y de cosecha, nos espera la sorpresa de un sabor y aroma que varia ligeramente cada año.

En Mas Auró, almacenamos el aceite en depósitos de acero inoxidable. El aceite se embotella bajo pedido, y así nos aseguramos que el aceite pasa el menor tiempo posible en la botella.

Esperamos que lo disfruten!